Equinoccio significa “equidad de noche” la misma duración de día y de noche en ambos hemisferios.
Cuando se inicia la entrada del Sol en Aries, da comienzo el otoño en el hemisferio sur y la primavera en el hemisferio norte.
También el año astrológico, pues el zodiaco se halla en 0 grados de Aries, que es el primer signo, el que da arranque a los doce pulsos astrológicos.
Las culturas antiguas mantenían un contacto estrecho con las fuerzas de la naturaleza y observaban con especial atención los movimientos del Astro Rey. El Sol era como una fuente de luz y de vida.
Los días mas cálidos y luminosos estaban directamente asociados a tener mayores posibilidades de supervivencia. Por eso, organizaban especiales festejos cuando comenzaban los días de mayor luminosidad.
Eran celebrados los tiempos en qué la luz comenzaba a estar más presente en sus tierras.
Esos días eran vividos con rituales al movimiento del Sol.
Las fechas donde la Luz se impone sobre las fuerzas de las tinieblas en el hemisferio norte -de donde vienen nuestras religiones- se realizaban importantes celebraciones cristianas.
Nuestros ancestros, veían al Sol como a un Dios dador de vida o como un espíritu de luz.
Por esta razón, las celebraciones se suceden en tiempos en los que el Sol cambia su juego de luces y sombras en los hemisferios de la Tierra.
Susana M. Meya Psicoterapeuta y Astróloga
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